Como guionista, puede ser difícil saber cuándo es el momento de buscar comentarios con respecto al guión que estás escribiendo. Presumiblemente, has trabajado duro durante mucho tiempo y, a veces, los comentarios pueden regresarte a la mesa de trabajo. Por lo tanto, ¿acaso es mejor mostrarle tu borrador a alguien desde el principio para detectar problemas antes de que dediques más tiempo a escribir o tal vez debas esperar hasta que hayas pulido tu guión?
Las estrategias varían. El guionista Nick Vallelonga, ganador de un Oscar, me dijo que NUNCA muestra un guión a nadie hasta que esté completo porque esa es su historia para contar, de la manera en que la quiere contar. Pero el cineasta Thiago Dadalt tiene un punto de vista diferente, que nos explica a continuación. Yo recomendaría probar un poco de ambos para averiguar qué es lo que funciona para ti. Como con cualquier cosa en este negocio, no hay una manera correcta de llegar a un guión terminado (aunque mucha gente puede intentar convencerte de lo contrario).
Dadalt es de Brasil, y hasta hace poco, escribía sus guiones en portugués. Actualmente está trabajando en su primer largometraje en inglés, lo que puede implicar una estrategia de revisión totalmente diferente porque, como explicó Dadalt, "traducir un idioma no es solo traducir palabras", sino también significados. Para proyectos actuales, como su corto 'Duke' sobre un adolescente autista que nunca tuvo una comunicación real con su familia hasta que empezó a escribir a máquina, Dadalt depende de la gente en la que confía para que lean los borradores de sus guiones. Antes de terminar 'Duke', escribió 12 borradores.
'Duke' fue particularmente desafiante, explicó Dadalt, debido a la naturaleza personal de una historia real. Dadalt escribió el guión después de estudiar a fondo la dinámica familiar y las entrevistas con el terapeuta. "Las historias reales son muy complicadas", dijo. "Son las más difíciles; es como caminar sobre cáscaras de huevo".
Sabía que la familia necesitaría ver el guión antes de proceder a la producción, así que lo compartió con ellos desde el principio.
A pesar de la reacción de la familia, Dadalt dijo que no volvió a empezar de cero.
Al seguir su pasión por el proyecto, Dadalt declaró que había creado un cortometraje del que la familia estaba orgullosa. "Cuando les mostré el primer corte, lloraron. Les encantó", señaló.
Desde el primer borrador hasta el número 100, ¡estás cambiando vidas, guionista!