Todo escritor profesional fue alguna vez un aficionado que no se rindió. Estoy segura de que ya has oído esa cita, y en ella subyace la noción de que para llegar a ser profesional, tienes que mantener la mirada puesta en ser excelente (y no solo me refiero a la escritura, pero eso será para otra entrada del blog). Los profesionales no se consideran así solo porque se les paga. No creo que el pago deba ser una condición en absoluto. Los verdaderos profesionales de la escritura son aquellas personas que no se detienen ante lo suficientemente bueno.
Entonces, ¿cómo pasas de bueno a excelente, de aficionado a profesional? La práctica hace al maestro, dice el guionista, periodista, autor y podcaster Bryan Young.
En SoCreate, aplicamos este principio de excelencia a todo lo que hacemos. Para nosotros es importante buscar siempre la excelencia. Creemos que esto diferencia a SoCreate de otras empresas; desde el contenido hasta las interacciones con el equipo, pasando por la forma de nombrar nuestros archivos, siempre intentamos hacerlo mejor y aprender a lo largo del camino. Como guionista, deberías hacer lo mismo.
Bryan pasa un par de horas cada mañana perfeccionando su oficio, lo que no siempre significa que esté escribiendo. Puede estar leyendo revistas especializadas, desarrollando su red de contactos, aprendiendo una nueva herramienta o revisando sus guiones favoritos y por qué funcionan. Dice que nunca lo sabrá todo.
Diferencias Clave entre Escritores Aficionados y Profesionales:
Los escritores profesionales nunca dejan de intentar lograr cosas nuevas y valoran la constancia. Los escritores aficionados dejan de intentarlo cuando consiguen un objetivo y practican de forma inconsistente.
Los escritores profesionales saben que su trabajo siempre puede ser mejor. Los escritores aficionados creen que ya son buenos y lo saben todo.
Los escritores profesionales saben aceptar, analizar y poner en práctica los comentarios y los consideran una oportunidad para aprender. Los escritores aficionados se ponen a la defensiva y tratan de defender su trabajo.
Los escritores profesionales analizan su propio trabajo, dónde se equivocaron y dónde salieron bien las cosas y siempre mejoran sus procesos. Los escritores aficionados no tienen un proceso.
Los escritores profesionales miran al futuro. Los escritores aficionados se centran solo en los objetivos a corto plazo.
Los escritores profesionales animan a otros escritores y los apoyan. Los escritores aficionados critican improductivamente y destruyen a los demás.
Los escritores profesionales aceptan la responsabilidad de su oficio de escribir y no culpan a los demás ni ponen excusas. Los escritores aficionados tienen todas las excusas posibles para no escribir y no se hacen responsables de sus actos.
Los escritores profesionales aprenden algo nuevo cada día. Los escritores aficionados no tienen tiempo para aprender.
Entonces, ¿qué tipo de escritor serás tú?